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miércoles, enero 25, 2012

Cuando puede ser peor el remedio que la enfermedad y la ley de Barrios de la Generalitat




Como suele suceder mucho más a menudo de lo deseable, las palabras se las lleva el viento y de lo escrito a lo ejecutado hay un universo. Y es que tan solo hace falta sentarse a hablar cinco minutos con alguno de los vecinos del barrio de “La Ribera” en Montcada i Reixac en relación al “Plan Barris” aplicado en dicho barrio a partir de la ley de barrios de la Generalitat, para apreciar hasta que punto es bien cierto eso de "de la teoría al hecho hay un gran trecho".

La Ley de barrios y áreas urbanas, aprobada por el Parlament de Cataluña en 2004 y que nace de la necesidad de solventar entre otras problemáticas sociales, situaciones
de infravivienda, hacinamiento y dificultades de acceso a los servicios básicos e incluso la aparición de expresiones de malestar muy variables, que comprenden desde incidentes
racistas hasta la violencia difusa que afecta a muchos barrios, acabó convirtiéndose en una rehabilitación integral en ciertos barrios y en este caso en concreto al parecer en una autentica trampa para ratones.

Muchos de dichos vecinos que recibieron gratamente la noticia de las ayudas públicas para la rehabilitación de sus fincas, tuvieron que descubrir quizás demasiado tarde, que dichas ayudas eran por supuesto condicionadas al desembolso económico en primer término de parte de dicha rehabilitación por su cuenta y bolsillo.
Ayudas con una participación porcentual del coste, donde los vecinos desembolsaban en primer término la mayor parte de las tres partes implicadas; los vecinos, el Ayuntamiento, y la Generalitat. En muchos casos, se encontraron envueltos en una remodelación cuya transparencia en la ejecución reclaman brilló por su ausencia y su participación se acababa limitando al pago sin capacidad para decidir y aportar , siendo meros observadores y desgraciadamente a menudo disconformes con lo ejecutado.
La falta de comunicación, de opción a la participación abierta , transparencia e información adecuada los limitó e indignó como viene siendo ya lo habitual de nuestros gestores públicos.
Y no siendo suficiente, para su desgracia reciben estos días la fantástica noticia que la banca rota de la generalitat alcanza también a dichos planes.

http://www.vozbcn.com/2012/01/18/99656/generalidad-impagara-ayuntamientos-barrios/

De tal modo, que las obras en proceso de ejecución y demoradas por unos constructores ya escarmentados por la falta de cumplimientos en pagos por la administración, quedarán a medias , al mas puro estilo “compuesta y sin novio”.

Un auténtico despropósito de ayudas, que dejan en muchos casos a vecinos endeudados y con obras inconclusas o no de su agrado pese a ser en su casa, con los puntos muy muy suspensivos.

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