PISOS ON/OF DE PROTECCION OFICIAL EN ALQUILER DE CAN ADIGSA

El chollo de la protección oficial a la vivienda en Cataluña que se transforma en saldo y se acaba convirtiendo en timo, empieza a tomar dimensiones dignas de espanto.
La misma Adigsa, empresa pública de la Generalitat que construye pisos sociales, confirma que la lista de pisos que no han podido adjudicar va "in crecendo" y no solo debido a que los ganadores de los pisos no han recibido la aprobación hipotecaria para empezar. Lo cierto es que la crisis económica y la pérdida de trabajo de muchos interesados en pisos de protección oficial, no solo es la causa de que buena parte de los agraciados desistan de sus intenciones , más de la mitad de los interesados optan por ni siquiera iniciar el proceso. El mismo govern ha hecho recuento de las viviendas públicas que tiene vacías y más de 3.200, el 23% del total de los 14.000 pisos que componen el parque público de la generalitat están desocupados. Y es que aunque parezca extraño, comprar o alquilar un piso público puede ser más caro que acceder a uno en el mercado libre
El secretario de "habitatge", ha llegado a reconocer que en la actualidad un mileurista no puede acceder a una vivienda social, fascinante afirmación si tenemos en cuenta que esa es la características de la mayoría de la población y encima incluso dice que un alquiler protegido en barcelona puede llegar a costar unos 600 euros mensuales como poco.

Ahí es nada y al parecer se queda corto. Dando fe de ello, sin ir más lejos, y desmadejando el ovillo podemos encontrarnos con situaciones tan surrealista como la del colectivo de vecinos del municipio de MOntcada i Reixac, Barcelona, que un buen día creyeron que habían sido agraciados con la bendición y fortuna de haber obtenido en sorteo un piso de protección oficial en inmejorables condiciones, según promocionaba el ayuntamiento y que no obstante se ha acabado convertiendo para algunos en una auténtica trampa para ratones.
Entre otros de similares condiciones, estos ciudadanos en su momento optaron por solicitar un piso en alquiler de entre 92 inmuebles de entre 41 y 80 m2, con una, dos o tres habitaciones, y cuyo supuesto precio del alquiler oscilaba teoricamente entre los 284 y los 447 euros mensuales, al cual solo se añadían los gastos de la comunidad de propietarios y la repercusión del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), y para ello solo debían acreditar unos ingresos superiores a los 6.000 euros anuales en el caso de las viviendas adaptadas y superior a los 8.000 para el resto.
La realidad, no obstante, no ha sido ciertamente la esperada, y cual rey midas, estos vecinos han visto como sus sueños o deseos hechos realidad, se han convertido en una auténtica losa. Con un total sentimiento de engaño y estafa, ven incrementado el coste del pago de su vivienda en un crecimiento exponencial aparentemente imparable hasta condiciones mucho peores que las encontradas en el mercado.

Para poner un ejemplo, en un piso de dos habitaciones partiendo de un coste cuota base de alquiler de 397,79€ , debe añadirse un coste de mantenimiento de comunidad de vecinos que asciende a 42,67€, costes estos generales para el adecuado mantenimiento del inmueble, total 440,46€. Un adecuado mantenimiento por otro lado, que tiene de todo menos “Adecuado”, siendo así disponer de unas placas solares que no funcionan ni por lo visto van a funcionar por errores de construcción, pero cargado como coste del supuesto mantenimiento, o el coste de la luz de una escalera donde los lectores fotosensibles no funcionan y mantienen la luz permanentemente encendida por un año entero, con el correspondiente sobrecargo en la factura de la luz para los catatónicos vecinos que solo pueden controlar dicho gasto estando a oscuras.

Y es que en los pisos de Adigsa, todo es on/of ,como por ejemplo los termostatos de la calefacción que no disponen de posibilidad de graduación, cosa del todo normal según informan de ello amablemente en mantenimiento.

Todo un manual de consumo no ecológico llevado a la práctica. Excelente práctica de sostenibilidad ecológica para una empresa pública.

Pero es que además a ese coste inicial debe añadirse un I.B.I. de 311,19€ bonificación del 50% pactada con el ayuntamiento incluida, un ayuntamiento que se comprometió verbalmente a omitir de pago el primer año de la tasa del IBI, pero que incumple lo dicho según informa la empresa pública ADIGSA que de soslayo y con premeditación y alevosía, sin notificación aclaratoría correspondiente va a efectuar el cargo con posterioridad del primer año.

Hablamos de una tasa anual de IBI que ascenderá en ese ejemplo tipo de inicio a 622,37 euros, una vez hayan transcurridos los 3 primeros años de bonificación. Por un piso en alquiler de 2 habitaciones y un mini balconcito de 2 metros.

Cuotas de tasa de IBI cuya desmesurada estimación alega el ayuntamiento, son debidas a la zona residencial donde han sido construidos añadido a errores de calificación en el registro, los cuales aducen resulta imposible de subsanar. Es más, alegan ni tan siquiera se trata de un problema circunscrito a esos vecinos, si no que es un problema compartido, pero que como administración local no pueden realizar ninguna gestión al respecto puesto que está en manos de catastro.

Algo así como aquel chiste donde uno le pregunta a un transeunte en una esquina por quién acaba de doblar la esquina, y este muy ufano responde , un "no señor, ya estaba así cuando yo llegué".

Tasas fiscales que por otro lado se pagan por anticipado en estimación por parte de los inquilinos, antes de ser propiamente abonado por Adigsa al ayuntamiento. ADigsa recauda la tasa a lo largo del año cada mes de sus incautos inquilinos, pero abona los pagos después. Al más puro estilo financiación de la tasa los inquilinos pagando por adelantado, agravio comparativo con cualquier otro vecino del pueblo, por aquello de "además de burro apaleado";estando en alquiler, pagando IBI y además por adelantado.
Pero no acaba aquí la sangría, a todo esto se añaden los gastos de basuras 55,97€ , el vado 2,30€ y el Rec.metropolitano 33,89€ ...
Y por supuesto finalmente, tras el primer año se añade la subida del IPC .

Incrementos sangrantes todos ellos con total ausencia de comunicación o transparencia, el cobro de las tasas se efectua sin informar ni comunicar y los vecinos son conocedores a cosa hecha, o mejor dicho a bolsillo roto. En todo momento la promoción e información de las condiciones ha venido siendo opaca y ambigua, del todo previsible dado el enorme problema de costes que actualmente la lamentable gestión de la empresa pública realiza.
En definitiva hablamos de una nada despreciable cuota mensual de pisos de protección oficial de alquiler para vecinos cuyos ingresos anuales pueden ser de 8000 euros al año, que tuvieron que desembolsar de entrada las altas de todos los servicios básicos, agua, luz, gas cuya media es de 200 euros cada suministro además del alquiler, amueblar el piso, electrodomésticos incluidos y vivir en un constante batalleo con el servicio de mantenimiento de ADigsa más propio del vuelva usted mañana de la más burda administración que de una empresa propiamente, por muy pública que sea.
PISOS ON/OFF, imposible de mantener para ciudadanos mileuristas cuya inversión efectuada es imposible recuperar y cuya solución es perder lo invertido y buscar otra alternativa más económica en el mercado, en definitiva “Lo tomas o lo dejas”, toda respuesta obtenida ante la queja o la reclamación pertinente.
Hablamos de un colectivo de personas siendo la mayoría, parejas de ancianos, progenitores separados y divorciados, jóvenes que intentan emanciparse…o en definitiva colectivos de riesgo con complicadas circunstancias que aspiraban a disponer de ayudas y no meterse en una auténtica trampa.
Desalentador, descorazonador, desesperanzador y desastroso. Una vez más la lastimosa decadencia de nuestras instituciones, organismos y empresas públicas.

Y es que luego hay quien se sorprende de que a medida que mejor conozco al ser humano quiera más a mi perro.