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viernes, julio 20, 2012

Malos hábitos and the game is over

Recientemente he adquirido un pésimo hábito para mi salud, que por otro lado y según comparto mi preocupación con otros, para mi gran sorpresa se está haciendo extensivo. Y es que hay que ver cuanto masoquilla anda suelto en esta tierra nuestra.
Es un hábito que a simple vista debería resultar sano y propicio, puesto que aparentemente me enriquece y desarrolla en conocimientos y me acerca y mantiene al día en algo tan y tan básico en nuestra sociedad como es la información. La información, ese bien mayor o menor depende lo denostada, depurada, sesgada, manipulada y asqueada que esté. Hablo del extraño hábito que resulta de ver o en mi caso escuchar, las distintas intervenciones de los señores parlamentarios en el congreso.
Y este “mal” hábito es tal, no tanto por la acción en si, como por las lamentables consecuencias que tal conducta en mi persona comporta, resulta de lo más desesperanzador.
“Mala malita mala” me pongo cada vez que les oigo, devastador el efecto causado sobre cualquier ciudadano ajeno al maravilloso entorno profesional del honorable diputado. Entre las faltas de respeto al que se someten mutuamente y de soslayo por supuesto a todos los ciudadanos y la total y absoluta falta de accesibilidad que transmiten, hay para rasgarse las vestiduras. Hablan más de ellos, de sus faltas, sus incongruencias, sus puyas y sus desplantes que de las inquietudes tangibles y el malestar real de la ciudadanía. Viven en su burbuja omnipotente y nos recuerdan en cada gesto y en cada decisión que la igualdad es un bien ajeno a nuestra sociedad, porque NO todos somos iguales ni partimos en igualdad de condiciones y/u obligaciones. Sus señorías, al parecer No tienen en su mayoría absolutamente nada que ver con los ciudadanos de a pie. Resultan ajenos, distantes y permanentemente obcecados en sus enrrocamientos de posiciones contrapuestas y belicosas.
LA Casta política o si lo preferís el establishment, prima y prioriza mantener ese estatus quo que les diferencia del resto de ciudadanos por delante de otras cuestiones y acciones mucho más equitativas o distributivas. Su posicionamiento y situación es ABSOLUTAMENTE inamovible y evidentemente llegados a este punto incluso OBSCENA e insultante.
¿Cómo diantres les puede extrañar que exista una total y absoluta desafección de la ciudadanía o que les responsabilicemos de nuestra situación actual?
Sin realizar ni un solo recorte a las prebendas y privilegios de sus señorías o en definitiva a lo que les hace diferentes del resto de ciudadanos, se mantienen como ese establishment mientras debemos soportar estoicamente no obstante, que se priorice primero por el contrario como orden de medidas esa retahíla de sangrantes recortes. El recortar pagas extras al funcionariado, recortar las ayudas a la dependencia y las prestaciones por desempleo. O triplicar el IVA por delante de dotar de instrumentos para perseguir el fraude, castigando así a los que cumplimos y premiando a los defraudadores. Con ese implícito mensaje, o explicito incluso por algún descarado, que reza algo así como “hemos llegado a esta situación por que ustedes ciudadanos incautos, han vivido por encima de sus posibilidades y no solo perdieron su trabajo, si no el interés por buscarlo, así que nos vemos obligados a recortar el desempleo y otros servicios y para más INRI, como dejaron de gastar, tenemos incluso que subirles los impuestos”.

“Consejos vendo que para mi no tengo”.

Muy señores míos, yo no he estirado más el brazo que la manga en “mi puta vida” y disculpen el improperio pero me enerva, soy sufridora cumplidora y cumplida como la mayoría de ciudadanos de este país.
Pero quien SÍ ha estirado y gastado a mansalvas todo lo que no tenían ,hipotecando literalmente nuestro futuro y el de nuestros hijos en inversiones ruinosas, despilfarros y gastos superfluos innecesarios y generando una monstruosa, ineficaz e ineficiente administración, sobredimensionada para ubicar clientelismos y al establishment político, han sido todos y cada uno de ustedes gestores de nuestros recursos. ¿Y ahora se permiten el lujo de señalarnos con el dedo y omitir su absoluta y total responsabilidad?.
NO es necesario que venga el nuevo gobernador del banco de España a decirnos que los mecanismos de control de la banca no funcionaron, eso es más que evidente. Y que ese es el origen de esta crisis también. Ya sabemos que el problema ha sido LA FALTA DE CONTROL DEL SECTOR FINANCIERO. Pero no nos engañemos, ese NO es el único de nuestros problemas, sin duda existe otro control imperativo e imprescindible a subsanar. EL CONTROL DE LA GESTION PUBLICA.
“Que si en casa hay que reducir gastos y pasar de usar la lámpara para iluminarnos a retomar los candiles y las velas, no será antes de que papa deje el tabaco que además de dañino y pernicioso es caro y una lamentable adicción” por poner un símil.
Y ni siquiera es demasiado complicado o inabordable, se empieza incluyendo a todos los diputados en el régimen común de la seguridad social y eliminando sus privilegios o revisando también seriamente el escaso papel del senado en nuestro marco institucional actual y el coste que tiene por su falta total de eficacia.
Eliminando los 4000 entes públicos no administrativos donde además para más Inri no trabaja ese denostado funcionariado. Eliminando las diputaciones núcleo de la gestión más opaca y menos democrática que existe en nuestra administración o las 600 empresas públicas que supuestamente debían estar eliminándose y de las que aun siguen quedando 598.
Señorías, el concepto es básico, sencillo y esencial, TRANSPARENCIA, acceso a la información referente al gobierno y nuestras instituciones. Reales y autenticas medidas de acceso a la información.
Publicar los presupuestos de ejecución, los salarios de funcionarios y gestores públicos, los gastos corrientes, los proyectos y su seguimiento, la contabilidad de las empresas públicas.
Dotarnos en definitiva de instrumentos de control de la gestión pública.
Pero incluso avanzando un poco más, considero es tiempo de pasar del “haz lo que yo diga pero no lo que yo haga” a predicar con el ejemplo.
Señores políticos, la ciudadanía espera y necesita que sean ustedes los que en un alarde de autocrítica y humildad inicien la reconversión del sector político antes de que el sistema entero haga fallida.
¿Para cuando una financiación propia para los partidos políticos, sindicatos y organizaciones empresariales?
¿Para cuando la obligatoriedad de presentar las cuentas anuales como hacen empresas y ciudadanos, evidenciando que todos somos o debemos ser iguales ante la ley?
¿Para cuando el fin de la opacidad de sus cuentas?
¿ Para cuando además de listas abiertas elecciones primarias sin avales?
Señores míos, no se demoren mucho en sus respuestas, vaya ser que al final acabemos todos en “The game is over”, porque exigir responsabilidades, igualdad de condiciones ciudadanas y transparencia no es lapidar instituciones es regeneración!

En cualquier caso no quisiera tampoco olvidar, que no siempre estas inquietudes están permanentemente ausentes en las distintas intervenciones de los señores parlamentarios en el congreso. En honor a la verdad, en ocasiones los ánimos se encienden y una pequeña brizna de sentido común hace su aparición en el estrado, ya sea color magenta o de amalgama de colores por supuesto minoritarios. Voz pequeña pero presente, es no obstante atacada y vilipendiada por los señores de la casta que ufanos y soberbios se permiten el lujo de tildar de populistas o demagogas dichas propuestas.
Demagogia señores es vender humo, es decir “A” a los ciudadanos para después con premeditación y alevosía hacer “B”.
De todas maneras y pese a lo pernicioso de mi habito, quizás tuviera razón Platón cuando sentenciaba “ El precio de desentenderse de la política es el ser gobernado por los hombres peores”.

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