La cuerda es una herramienta básica y a la vez muy útil en todo tipo de "rescates", su uso data desde hace más de 5.300 años. Básica, sencilla o compleja, puede salvarte de mil y una circunstancias de riesgo, es, ha sido y será, la herramienta básica para el "rescate". Pero la cuerda, también puede ser una soga al cuello que te aprete hasta asfixiarte y ni te "rescate" ni te ayude en modo alguno. Y en estos tiempos en los que la palabra "rescate" está vetada y/o eliminada del vocabulario que es de menester de dirigentes y responsables al uso, uno no le queda más remedio que pensar que en realidad para nosotros los ciudadanitos de a pie, la cuerda va a ser de todas todas más soga asfixiante que fuente de "rescate". Y es que al parecer la máxima tan evidente “Nada se crea ni se destruye todo se transforma” ha caído en desuso entre nuestros gestores y enfatizo el concepto, GESTORES, que al fin y al cabo es lo que son nuestros cargos electos, pese a que demasiado a menudo los hay que olvidan muy mucho que están al servicio del ciudadano y son administradores de nuestro patrimonio común, no propietarios. No parece calar entre ese colectivo dicha máxima y tijera en mano creen que todo lo que se recorta simplemente como gasto se evapora y como gasto desaparece, cuando en realidad se está transformando a marchas forzadas en más paro, más precariedad y mayor desesperanza. Que está la cosica muy mala y vivimos como las palomas, cagándonos en todo constantemente. Yo que estoy muy releída y ahora con las redes sociales especialmente de titulares, vengo escuchando lacónicas frases como la que sigue “Y es que cada vez tenemos mas asumido que entre capullos y gaviotas nos están dejando en pelotas”, de la cual prefiero no hacer ni disertación. O en su defecto la siguiente reflexión “ Y si en vez de dar a un solo banco siete mil millones dieran cien mil euros a setenta mil familias, la de hipotecas que se podrían cancelar” pensando en el no-rescate a la banca. Claro que ojo con la propuesta, que mal asunto es si es cierto el dato leído que denuncia que en realidad solo el 6% de los impagos origen del quebranto de Bankia es de hipotecas familiares y por contra más del 20% correspondería a empresas de construcción, las cuales por supuesto, sí se les acepta la dación en pago, no como sucede con el españolito de a pie, que ni por esas. Por otro lado asumimos y deducimos que el resto en esta y cualquier otra entidad bancaria del quebranto, debe recaer ni más ni menos en la deuda pública generada por todas nuestras administraciones, que muy ufanos y soberbios sus gestores, pensaron que la mejor manera de pagar esas megaconstrucciones faraónicas y resto de mega lo que sea, era financiarlo a costa de las generaciones futuras, que la vaca es gorda oyes , y si encima eres municipio tienes el chollazo la recalificación y andando. Sin pensar ni por un momento en el cuento de la lechera o que todo lo que sube baja et al…, pero eso sí, luego hemos sido otra vez los españolitos de a pie los que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, santa paciencia la de la sapiencia. Ciertamente existe ya un auténtico “acojone”, y permitidme la abrupta licencia por saber el precio que vamos a pagar por ese no-rescate los de a pie, que supuestamente es una cuerda que se nos hecha al pueblo español. Porque esa es otra, saber saber, no sabemos. Puesto que no solo no hemos conseguido de ninguna manera que se apruebe una ley dura y exigente de transparencia total de las cuentas y gestiones públicas, tal y como venimos haciendo los ciudadanos y las empresas de bien, que practicamente facilitamos hasta nuestro número de zapato cuando declaramos las gestiones de nuestros recursos. A pero las administraciones no, ni hartos de vino nos van a contar qué hacen con nuestro dinero. Es más, ni siquiera tenemos el derecho al parecer de poder escuchar a nuestro máximo responsable el Sr. Presidente del gobierno de la nación. Que ni comparecencia pública, ni debate del estado de la nación, ni leches. La tercera vez que hemos podido escuchar su voz en meses y meses los ciudadanos, ha sido gracias a la Carbonero y la Roja en una aparentemente improvisada aparición postpartido final Eurocopa, por dios que despropósito. Que se hace más de rogar, que aquellos señoríos que dispendiaban con comparecencias de balcón como un regalo al pueblo. El pueblo, ese pueblo que tiene todo el tiempo la desconcertante sensación que le toman el pelo. ¿Qué hemos de pensar si reiteradamente escuchamos como las agencias de valoración nos bajan y bajan nota con sus desastrosas consecuencias y por otro lado son esas mismas agencias de valoración las que nos agencian nunca mejor dicho a sus chicos malos a gestionar nuestros recursos públicos? De Goldman Sachs, tenemos al primer ministro Griego, el italiano, y al director del banco central europeo que de allí vienen y de Lehman Brothers a nuestro flamante ministro de economía. Que no hace falta ser Michael Moore para intuir, que fueron ya esas agencias las marcadas como responsables de fomentar y encauzar la crisis para beneficiar a los sectores con mayor poder económico en el 2008, cuando estallaba la crisis. Ays señor, siempre poniendo a la zorra a cuidar del gallinero, apañaos vamos. Claro que el súmum, es poner como excelentísimo conseller de salud pública al "megacapo" del conglomerado empresarial del negocio de la salud privada, acabáramos. Lo peor de todo es que si paras a cualquier hijo de vecino y le preguntas, te contestará por unanimidad que aunque de esas cosas no entiende, vaticina que esto no parará para empezar hasta que paguen aquellos que la hacen, nuestros malos gestores y responsables irresponsables. Bueno, lo cierto es que ya entrado en materia, también te diría seguramente que no pareciendo tan complicado, para empezar si simplemente se revisara los sueldos de alcaldes y asesores asociados, de libre elección y asignación, se eliminaran los coches oficiales por completo tal cual hace 40 añazos en los pactos de la Moncloa, los sueldos vitalicias para políticos con vida laboral postelecto en activo, se obligara a nuestros cargos públicos a haber tenido experiencia profesional de algún tipo y no siendo monigotillos de partido y sobre todo antes de seguir cercenando el funcionariado y nuestra sanidad y educación ,se eliminara cargos, carguitos y adyacentes ubicados a dedo, podríamos empezar a sentir el nudo de la cuerda como cuerda de rescate más que como soga. Y siendo practicamente uninanimidad dicha reflexión entre el transeunte común, lo asombroso es que encima se nos llame populistas y demagogos si lo proclamamos en voz alta, que vida esta tan de paloma caramba, siempre cagándonos en todo.
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