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martes, abril 05, 2011

La lastimosa existencia del especulador

Que bonitos tiempos aquellos en los que batir records era digno de orgullo. Ahora a cada record batido le acompaña un lastimoso suspiro, y como muestra, los precios de los alimentos, han batido récords siete meses consecutivos y ni tan siquiera es debido a la escasez. No, no, “not at all”, hemos tenido una de las mejores cosechas de la historia. Ni tampoco debido a una menor oferta de alimentos, ¡¡Que va¡¡ El origen de tremendo problemón colectivo, porque no se trata de un problema que afecte solo a la hambruna del mundo, nos afecta y más que lo hará a todos, y si no al tiempo, residen una vez más y como viene siendo ya demasiado común en la ESPECULACION. Feo vocablo que tiene su origen del latín “specularis” y que entre otras era relativo a espiar, mirar desde arriba,bla,bla…( O sea que mirárselo todo desde la distancia y sin ni tan siquiera mancharse las manos, o quizás debería decir el guante, blanco por supuesto, como buen ladrón). En fin, el caso es que entre el control de unas pocas empresas que tienen del comercio agrícola mundial y que para más Inri anuncian a bombo y platillo lo bien que lo hacen y han anunciado beneficios multimillonarios, y la especulación bursátil con estas materias primas, el pescado está ya vendido por así decirlo. Y todo esto sucede desde que se especula en bolsa con materias primas básicas como el trigo o el azúcar. ¿Cómo? Sencillo, tras la explosión de la burbuja inmobiliaria, demoledora explosión diría yo, y adentrándonos en la crisis financiera, los especuladores, en vistas de que con los ladrillos la cosa andaba para tirarse de los pelos, aciagos sabuesos insaciables optaron por empezar a invertir en alimentos, al más puro estilo anuncio clasificado, (Se cambia ladrillo por trigo), empujando al alza sus precios. Y es que todo ese maravilloso colectivo más propio de los bajos fondos de cualquier peli de genero B, optó por seguir ESPECULANDO; los fondos de alto riesgo, los fondos de pensiones y los bancos de inversiones (también de bajo fondo), compran muy baratas las materias primas (trigo, maíz…) y esperan a que el crecimiento de la demanda haga subir los precios y TACHÁN beneficio exultante. Y encima y para más Inri, llega la UE, que como definición suscita todos mis anhelos, pero que en la realidad, demasiado a menudo, es un monstruo de mil cabezas inconexas y aletargadas que se mueven a velocidad del paleozoico y decreta hacer extensiva de la producción agrícola a los agrocombustibles, aprobando un objetivo obligatorio para alcanzar un 10% de agrocombustibles en el transporte en 2020. Claro está para paliar el alarmante precio del petróleo, (y de esto no es necesario que nos convenzan que ya lo hemos visto todos), empujando al uso de combustibles alternativos como los de origen vegetal. Hasta el punto de que una barbaridad de millones de toneladas de maíz por ejemplo, se está destinando ya al bioetanol (el 14% del maíz mundial). A mi todo esto me hace pensar en otra palabra que me gusta bastante, CONTROL, y mucho más su origen, “contre role” del francés, es decir “contra el rollo”. Pues eso nos haría mucha falta, control del rollo que se han montado algunos a costas de otros, o mejor dicho a costa de la mayoría… AY CONTROL¡¡que maravilla de palabra …,con tantos usos disponibles y al final los hay que solo saben darle un uso a lo individual y a poder ser circunscrito al ciudadanito; sus libertades, derechos y en última instancia recursos."Pabajo", siempre mirando "pabajo", que a buen avistador mejores son las cazas.

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