Cuentan ,que en tiempos remotos ,un sabio muy sabio en un vano intento de encontrar la esencia de la sabiduría ,se enfrentaba cada mañana por largos periodos de tiempo a su más crítico interlocutor, un espejo. Yo a falta de espejos le pegaba la paliza a mi perro Max,que él muy disciplente nunca me replicaba,es bien cierto que el calla otorga, ¿o no?.Tras su muerte,en su ausencia, toda conversación es imposible.
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jueves, abril 01, 2010
Psicoanalistas Veterinarios
Me tomo la libertad de compartir el siguiente escrito del Sr.Moya. Es,a mi parecer, como mínimo una interesante reflexión en relación a esa tendencia a la paranoia como recurso de adaptación más o menos acertado del ser humano, sobre todo en ciertos momentos y ciertos entornos.
"Columna de Humo" por Dixon Moya
BREVE NARRACIÓN SOBRE UN CUADRÚPEDO RUMIANTE, LÁCTEO Y ESQUIZOFRÉNICO (O CUENTO SOBRE UNA VACA LOCA).
Bajo la niebla de la mañana londinense, una enorme señora abrigada con sombrero y gabardina entra al consultorio de un prestigioso psicoanalista veterinario, en búsqueda de solución a su problema. El afamado especialista la recibe, y sin dejar que ella diga ni "mu" la hace recostar en el diván.
- Nombre?
- Lady Vaca de Toro.
- Profesión?
- Elaboro productos lácteos y pasteurizados.
- Cuál es su problema?
- Doctor, sufro delirio de persecución. Siento que en la calle todos me miran, me señalan, me siguen, me quieren asesinar o acecinar, para el caso da igual.
- Por qué cree eso?
- Porque lo he soñado doctor, sé que me quieren matar de una manera lenta y dolorosa: despellejada, degollada, cortada en pedacitos, asada, frita en aceite hirviendo...
- Pero mi Lady, con qué intención desearían matarla?
- Para comerme doctor. Acaso no es obvio que soy generosa en carnes?
- Ya veo. Usted ha tenido alguna experiencia traumática en su vida?
- Si doctor, el asesinato de mi primer esposo.
- Cómo ocurrió?
- Fue durante nuestra luna de miel en España, fuimos invitados a una corrida, algo típico en ese país. Convencieron a mi esposo de participar en esa primitiva fiesta, él bajó al ruedo con toda su gallardía y flema inglesa, cuando de repente se apareció un loco ridículamente vestido, quien agredió a mi esposo con una espada gigantesca, fue terrible.
- Entiendo, entiendo.
- Luego volví a casarme, aunque la verdad...él me ha sido infiel.
- Le ha puesto los cuernos, metafóricamente quiero decir.
- Podría decirse. Aunque él se justifica diciendo que son gajes de su oficio.
- En que trabaja?
- Es semental.
- Bueno, ahora hablemos de su niñez.
- Fui una niña muy consentida, recuerdo que mis padres me arrullaban con una canción: "Soy una vaca lechera, no soy una vaca cualquiera...". Usted la conoce?
- En otra versión. Pero volvamos a su creencia, por qué piensa que la gente quiere matarla para comérsela?
- Porque soy sagrada doctor.
- Sagrada?
- Sí doctor, eso lo descubrí en un viaje que hice a la India, usted sabe, esa excolonia nuestra en el Asia. Allí las gentes me adoraban como una diosa, se inclinaban ante mi paso, era mucho más importante que la reina y toda la corte inglesa. Ese es el motivo, me tienen envidia.
- La entiendo mi Lady. Por favor espere un minuto, tengo que hacer una llamada.
Al regresar al consultorio, el psicoanalista veterinario no encuentra a Lady Vaca, pero en su lugar halla una nota con el siguiente texto: "Lo siento doctor, pero descubrí un destello de maldad en su mirada, creo que usted también desea matarme, o por lo menos piensa que estoy mal de la testa. Prefiero aguantar el calor de la India, allí estaré segura y nunca me gritarán que soy una vaca loca, más loca que una cabra y eso mucho menos lo acepto."
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