Por aquellas cosas del azar, en estos días en plena batalla
por alcanzar el dominio de la lengua inglesa, guerra sin tregua para muchos de
nosotros desde casi el principio de los tiempos, ha acabado entre mis manos
un pequeño fragmento de unas declaraciones del Sr. Thomas Friedman y su teoría de la
globalización 3.0. Así como sus planteamientos y su concepto de la tierra
plana" y como las nuevas tecnologías de la comunicación y el desarrollo
del transporte nos acerca, asemeja e iguala con el resto de ciudadanitos del
mundo mundial.
Y en tales reflexiones
hallábame yo, aferrándome a la máxima "mal de muchos consuelo de
tontos", que en realidad tan poco satisface a tanto estomago hambriento y
más bien te deja sabor a burritis aguda, siendo que somos tantos ,sin
distancias, tan parecidos e iguales pero con el campo de visión más bien
limitadito y mas a sabiendas que además de burros, apaleados. Y así yo estaba, entre
otras cosas porque cualquier excusa buena parece, para no dar el palo a la
pendeja lengua anglosajona, cuando de improviso
la luz a mi llegó .
Lo hizo a través de la señal analógica para ser exactos. Por
TDT creo la conocen y siendo precisos a través del canal autonómico fué, TV3
creo se hacen llamar. Y así supe de la tierra prometida donde todos los
males y todos los problemas como por ensalmo desaparecerán, ahí es nada, y yo
divagando sobre la inexistencia de fronteras y distancias, Cataluña
independiente le llaman a dicha panacea.
Así de pronto no lo acabé de ver claro, os seré sincera. Que me acordé del Quimet yla Laura , los hijos de mi vecina María, que cansados
de que no se respetara su identidad y su espacio decían y hartos de tener que
aportar a la economía familiar para no tener ni voz ni voto a la hora de elegir
la programación de la tele, aunque en realidad solo ellos la ponen, decidieron independizarse o emanciparse
también diríamos. Al final la cosa no fue bien, que todo y que se fueron a
vivir al piso que la abuela había dejado, con solo sus recursos sin un trabajo estable o tejido laboral , al
parecer no les llegaba ni pa pipas, que además al independizarse se fueron del
barrio donde habían crecido, la Urbanización
Europea y donde se fueron contaban con escasas simpatías
vecinales. Tan malita se puso la cosa que finalmente optaron por volver para
así acabar toda la familia viviendo de la pensión de la abuela.
Así de pronto no lo acabé de ver claro, os seré sincera. Que me acordé del Quimet y
En fin, me temo mi momento “iluminación”, poco me
duró, que acto seguido tuve una clara, nítida y evocadora visión, donde
un sin fin de Crespos, Bustos, Pujols, Millets y
Pallerols se agenciaban impunemente dinero público en un país de políticos inocentes y quemados por
poner manos en el fuego, donde las PYMES tienen una carga fiscal muy superior a
la media de los países desarrollados de la OCDE , las recetas médicas suben y bajan cual
valor en bolsa y se cobra un euro por cada una para gastarse en elecciones
anticipadas casi lo recaudado por esta tasa en 6 meses. Un país donde su
gobierno tiene el honroso mérito de conseguir que si los criticas para los casos de corrupción eres un
anticatalán porque dicen son las cloacas del imperio que se lo inventan, que manera más poco elegante de tirar pelotas fuera.
Menudo bajón post iluminación pues y es que me temo “Hoy ya es el mañana que me preocupaba ayer”.
Dicho de otra manera, mi momento "iluminación" al final se acaba
con la sensación de que la famosa
panacea, la independencia, importa más que la propia Cataluña y sobre todo
mucho más que los millares de catalanes que no opinan en sintonía al movimiento, esos que sienten que prima el egoísmo de los políticos contra su
propio pueblo y la mentira como bandera y la incertidumbre como opción.Prima un
derecho de secesión inexistente en constituciones democráticas,incluso
la secesión de Quebec sólo sería factible tras la reforma de la Constitución , según
resolución del Tribunal Supremo de Canadá por ejemplo y estos creo no son de
las cloacas del imperio,
Prima una panacea unilateral a la contra, al margen de la Constitución ,
o incluso de ningún fruto de un fatuo pacto entre la Generalitat y el Gobierno, similar a lo que viene
sucediendo en Escocia.
Prima
la panacea milagrosa, el medicamento sanador a costa de la propia agonía de un
pueblo.